viernes, 16 de marzo de 2012

Transformación

“…El término transformación hace referencia a la acción o procedimiento mediante el cual algo se modifica, altera o cambia de forma manteniendo su identidad…”


Esta palabra está asociada de una manera directa a Biocoop en la llamada “transesterificación”, reacción que convierte el aceite y metanol en biodiesel. El biodiesel es una nueva sustancia distinta al aceite y el metanol, pero que químicamente está formado necesariamente por ambas, y mantiene aún inalterada parte de las moléculas que dieron origen.
Pero la mayor transformación no viene asociada a la química ni a la física. Se trata de la transformación de 6 individuos en 1 colectivo, de 6 historias que confluyen para pensar, discutir y trabajar en un mismo proyecto. Existe una historia, un presente y una voz que identifica al conjunto, pero sin dudas el proyecto mantiene en cada rincón la esencia e identidad intacta de cada uno de nosotros.
El aceite en biodiesel es una realidad concreta modificada, pero sin dudas también es concreto como es distinta nuestra forma relacionarnos hacia adentro y hacia afuera.

Pero no olvidamos que al transformar la realidad inmediata, generamos una nueva, fresca y distinta, pero a la que a la vez conserva una identidad arraigada en el pasado y en el presente.

Por eso no podemos dejar de negar la historia, la buena y la mala, a la hora de transformar esta realidad que necesita ser modificada.

viernes, 17 de febrero de 2012

La réplica de la basura


Miro y todo lo que veo es
Basura blanca en Babilonia
Basura blanca en London
Basura blanca aquí en la ciudad de Buenos Aires  
                                                                 (White Trash, Sumo)

Así como sabemos que en este sistema para que existan pocos ricos deben necesariamente existir muchos pobres, también sabemos que para que exista tanto consumo y despilfarro debe existir una gran cantidad de basura detrás. Porque, por mas y mas que creamos que el agujero del inodoro es mágico (o simplemente hacemos la vista gorda), ese por donde tiramos las porquerías humanas y las cosas que queremos que desaparezcan; por mas que ese camión que pasa todos los días menos los sábados se lleve otras cantidades de nuestras miserias y se las lleve de nuestras ciudades, o no; mas allá que creamos eso y evitemos hablar del tema, la basura esa existe y sigue haciendo crecer la verdadera colina de la vida que es el CEAMSE de J.L León Suarez o todas la pilas de basura que se esconden detrás de prolijas y “pujantes” ciudades. Y allí, y no por casualidad, conviven justamente la gran cantidad de pobres y la gran cantidad de basura.

Pero es mentira que de esa basura se ocupan solo los pobres. Porque así como el capitalismo replica su modelo de desigualdades a nivel de países, ciudades y pequeños barrios, replica su modelo miserable de competitividad, extracción y crecimiento interminable tanto en el consumo visible de productos que tenemos a la mano a diario, como en el negocio del reciclado y reutilizado de la basura. De la miseria y de la mierda, crecen también los monopolios; ¿Qué creían? ¿que de todo el reciclado del cartón se ocupan los cartoneros? ¿y del reciclado de la chatarra, los chatarreros?, solo se ocupan de la recolección, y en donde esta el mayor valor agregado aparecen las empresas.

Y no se ocupan del reciclado como quisiéramos. Además del hecho que una empresa capitalista solo recicla aquello que económicamente le es conveniente, no reciclan de la manera que uno esperaría. Por ejemplo, en el rubro del aceite vegetal usado existen empresas que lo recolectan (que actualmente declaran que se dedican a hacer biodiesel) desde hace mas de 80 años, cuando el descubrimiento del primer proceso industrial de obtención de biodiesel data de hace poco mas de 40 años. ¿y que creen que hacían?, ¿cosméticos?, ¿sebo de animales?, cuando existen procesos de bajo costo para que superficialmente el aceite usado parezca aceite nuevo. La pregunta más inquietante es: ¿Qué hacen hoy en día?

Es realmente miserable.

El estado en sus expresiones municipales, provinciales y nacional no esta ajeno, ya que estas empresas no son ilegales, están habilitadas. Como una maquinaria con asientos lujosos y palancas brillantes aceitadas con marketing, pero con engranajes sucios y ocultos, estas empresas poseen oficinas con representación en el microcentro y trabajos cuestionables en los lugares más recónditos del país.

Rodeado de eso se encuentran emprendimientos cooperativos como el nuestro, rodeados de la basura oculta del sistema, de la basura blanca. Que nos condiciona al mismo tiempo que nos moviliza. Porque en el reino de la basura se imponen las mismas reglas de mercado que en la sociedad capitalista. Y es que acaso estemos descubriendo que son sinónimos.

viernes, 6 de enero de 2012

Pertenecer

Pertenezco, soy parte, lo defiendo, siento, soy.
SE BUSCA: Grupo, club, lo que sea, para poder pertenecer.
SE VENDE: Identidades, tenemos 25 motivos distintos, ¡elegí el tuyo!
El “barrabrava” grita, pelea, canta, pelea, defiende, pero lo que nadie reconoce o nadie quiere reconocer que el barrabrava siente, se siente parte. Porque el pertenecer parece ser una necesidad humana.
Pertenecer a un club, un grupo de amigos, una marca de autos, un consumo particular, a redes sociales.
 Bien preciado no sólo en el estricto mundo del consumo, sino también en las empresas. ¿Sentir pertenencia en el lugar de trabajo? Sin dudas las multinacionales intentan día a día lograr que los trabajadores sientan pertenencia sin que nada les pertenezca.
 Es el mayor logro del trabajo autogestionado, del cooperativismo y de toda la economía social, se logra la pertenencia sin la necesidad de cursos de “líderes de proyecto”, cajas de navidad, palmadas del patrón y de comprar al sindicato.

miércoles, 22 de junio de 2011

¿Reemplazo?

A cada consulta que nos hacen con respecto a la posible “sustitución” del petróleo por parte de los biocombustibles, respondemos siempre de la misma manera, involucrando en una misma frase a las palabras soja, desmonte, alimentos, etc. Una respuesta con desgano porque desde hace 5 años venimos respondiendo lo mismo, intentando convencer a todo aquel que nos consulta de que se trata de una "alternativa", NO un reemplazo. Pero el famoso tema del “combustible ecológico” no termina de generar asombro en las personas, y los argumentos para demostrar las dificultades que eso generaría deben estar más firmes que nunca.
Igualmente, nos parece bueno destacar que, no sólo hay que atribuirle la ilógica proyección de sustituir el petróleo con biocombustibles a los problemas que genera la soja, ya que de esta manera sería muy fácil esquivar el argumento planificando la producción con otros cultivos (girasol, colza). O peor aún, varios referentes nacionales del biodiesel aclaran que “sembrando semillas oleaginosas no alimenticias no se compite con los alimentos”.

 De esta manera, y como se dice, hay que ser bien específico: Es ilógico utilizar TIERRAS que comúnmente se utilizan en la producción de alimentos para la producción de combustible, o para ser más claros aún, para la producción de alguna oleaginosa "no comestible" que luego le propicie energía a todo el parque automotor. Es irracional pensar que, mientras en simultáneo crece el consumo energético mundial, crece la población, y obviamente también la necesidad de alimentos, estemos pensando en destinar tierras (comúnmente utilizadas en producción de alimentos) para la producción de energía. Es estúpido que simplemente la idea se nos cruce por la cabeza cuando en 2010, 31 millones personas murieron por falta de alimentos y 828 millones sufren la desnutrición llevado a la invalidez.
¿Hace falta también explicar los problemas que causa el monocultivo? ¿También específicamente el problema que causa la soja en Argentina?.

Sin irnos más allá de lo debido, siempre nos referimos a que Biocoop produce biodiesel a partir de aceite vegetal usado (este residuo que si se arroja de forma convencional, resulta un contaminante de nuestras aguas potables, que también hay cada vez menos), se transforma y se genera en energía.
Así y todo el problema energético nos interesa, obviamente porque aportamos aunque sea de forma muy pequeña a la generación de energía. Nos interesa pensar y debatir de forma colectiva que acciones se pueden llevar adelante frente al agotamiento del petróleo.
No hay certezas, pero sabemos que el problema no es lineal. Siendo simplista se piensa en volver a la fórmula de reemplazar totalmente una energía por otra, en el sueño de la energía abundante e ilimitada, de acordarse de la ecología cuando el precio del petróleo es elevado, en la búsqueda básica de quemar para generar energía. ¡Hasta en la actualidad se habla de incendiar de forma “segura” la basura para generar energía!

 Existen diversos desarrollos para la generación de energía que plantean la diversidad de la matriz energética. Dejamos un texto para reflexionar, para llevar nuestra mente al siglo XIX, y para compararlo con la actualidad:

" Un día Gedeón Spilett le dijo:
-Pero en fin, querido Ciro, todo este movimiento industrial y comercial que usted predice continuará en progresión constante. ¿No corre peligro de verse detenido tarde o temprano?
-¿Detenido? ¿Por qué?
-Por falta de carbón, que puede llamarse el más precioso de los minerales.
-Es el más precioso -contestó el ingeniero-, y parece que la naturaleza lo ha querido demostrar así haciendo el diamante, que en último análisis no es más que carbón puro cristalizado.
-¿Quiere usted decir, señor Ciro -repuso Pencroff-, que se quemarán diamantes a guisa de hulla en las calderas?
-No, amigo mío -contestó Ciro Smith.
-Sin embargo, insisto en lo que he dicho -añadió Gedeón Spilett-. ¿Negará usted que un día se habrá extinguido completamente la provisión de carbón?
-Los yacimientos de hulla son todavía muy considerables, y los cien mil obreros, que arrancan anualmente cien millones de quintales métricos de mineral, están muy lejos de agotar tan pronto los depósitos.
-Considerando la proporción creciente del consumo de carbón de piedra -repuso Ge­deón Spilett-, se puede presumir que esos cien mil obreros serán pronto doscientos mil y que se duplicará la extracción.
-Pero después de los yacimientos de Europa, con el auxilio de nuevas máquinas podrán explorarse más a fondo. Las minas de América y de Australia suministrarán por largo tiempo todavía lo necesario para el consumo de la industria.
-¿Por cuánto tiempo? -preguntó el periodista.
-Al menos por doscientos cincuenta o trescientos años.
-Eso nos debe tranquilizar -intervino Pencroff-, pero es alarmante para nuestros bis­nietos.
-Ya se inventará otra cosa -dijo Harbert.
-Esperemos -contestó Spilett-, porque sin carbón no hay máquinas, y sin máquinas no hay trenes, ni vapores, ni fábricas, ni nada de lo que exige el progreso de la vida mo­derna.
-Pero ¿qué se inventará? -preguntó Pencroff-. ¿Lo imagina usted, señor Ciro?
-Algo, amigo mío.
-¿Y qué se quemará en vez de carbón?
-¡Agua! -respondió Ciro Smith.
-¡Agua! -exclamó Pencroff-. ¡Agua para calentar las calderas de los vapores y de las locomotoras, agua para calentar el agua!
-Sí, amigo mío -repuso Ciro Smith-; agua descompuesta sin duda por la electricidad y que llegará a ser entonces una fuerza poderosa y manejable. Todos los grandes descubri­mientos, por una ley inexplicable, parece que se encadenan y se completan en el momento oportuno. Sí, amigos míos, creo que el agua se usará un día como combustible, que el hidrógeno y el oxígeno que la constituyen, utilizados aislada y simultáneamente, producirán una fuente de calor y de luz inagotable y de una intensidad mucho mayor que la de la hulla. Un día el pañol de los vapores y el ténder de las locomotoras en vez de carbón se cargarán de esos dos gases comprimidos, que arderán en los hornos con un enorme poder calorífico. No hay que temer, pues, mientras esta tierra esté habitada, suministrará elementos para satisfacer las necesidades de sus habitantes, los cuales no carecerán jamás de luz ni de calor, como tampoco de las producciones de los reinos vegetal, mineral y animal. Creo que, cuando estén agotados los yacimientos de hulla, se producirá el calor con agua. El agua es el carbón del porvenir.
-Quisiera ver eso -dijo el marino. "

Julio Verne – La Isla Misteriosa 1874

lunes, 20 de junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

Conocimiento, crecimiento


Hace casi 5 años, empezando con el proyecto cooperativo intentábamos aproximar un FODA, algún indicio que nos mostrara que ventajas teníamos y que necesitábamos para crecer. Entendiendo al crecimiento meramente como un crecimiento cooperativo, un progreso del grupo para satisfacer sus necesidades y una evolución personal de cada integrante de la cooperativa; no nos referimos nunca a un progreso excesivo y vertical, sino a ser dueños de los medios de producción que nos brindara “de forma justa lo necesario”.

 Hoy finalmente podemos comprender que cuando se evalúa un proyecto en cualquier ámbito estatal o empresarial, por más que se mencionen las palabras ventajas, fortalezas, debilidades, etc., el factor fundamental y crucial a evaluar, siempre es el económico: “¿Con cuánta plata cuentan?”. Hasta en los ámbitos que se hacen llamar “sociales” se piensa en las cuentas, que son necesarias, pero se piensa excesivamente en los números cuando hay otros ejes de igual o de mayor importancia.
 En los inicios, nuestra juventud e inexperiencia hicieron que creamos ciegamente en los valores internos, que quien sabe si fueron adquiridos en nuestra infancia o simplemente son valores lógicos del ser humano. Cooperación y solidaridad.

 Esa nube utópica de inocencia (que lamentablemente y morbosamente se pierde en la realidad individualista, donde el mundo no es de color rosa) nos motivó a llevar adelante el proyecto sin nada de plata ni materiales; nada de nada. Esa falta de experiencia (que lamentablemente se valora y se recuerda con anhelo cuando se trabaja en el “sector privado”) nos llevó a pensar que el eje principal de grupo además de ser los valores principales de una cooperativa, era fortalecer el conocimiento; que a partir del mismo podíamos avanzar y crecer, que lo económico finalmente se solucionaría y que la inversión terminaría siendo “lo de menos”.
 Pero claro!, es una locura pensarlo para muchos ahora ¿no? Porque como “se sabe” sin plata no se llega a ningún lado. El estado te ayuda, pero necesitas un capital inicial, sino no!. Si lográs algún tipo de ayuda debes estar en la lona, y en la actualidad para que te dé una mano tendrías que conocer algún puntero político u otro “contacto” que te agilice un subsidio.
 Sin embargo con poco y nada (porque con nada fuimos llegando a poco, de a poco) fortalecimos realmente el conocimiento a partir de ensuciarnos las manos. No sólo producimos biodiesel, sino que realmente nos preocupamos por la calidad del mismo.
 Porque otra vez, la escasa experiencia adquirida hasta el momento, de un modo extraño pero lógico nos decía que la calidad era importante: ¿Qué sentido tenía bajarle la calidad al combustible para gastar menos plata? Ninguno. Obviamente la gente con "experiencia" como hoy en día se la conoce, no respondería lo mismo.

 Pasaron ya 55 meses y seguimos creyendo que no estábamos tan locos, y nos replanteamos el concepto de la palabra “experiencia” tal como se la menciona hoy en día.
 Si bien la inocencia la fuimos perdiendo de reunión en reunión (de esas que al final todos se ponen las caretas e intercambian tarjetas), considero que creer en los valores cooperativos no es tener inocencia, es tener convicciones.

 Damos inicio a este blog, porque ahora, además de crecer como cooperativa llegó el momento de sociabilizar y compartir el conocimiento.