viernes, 17 de febrero de 2012

La réplica de la basura


Miro y todo lo que veo es
Basura blanca en Babilonia
Basura blanca en London
Basura blanca aquí en la ciudad de Buenos Aires  
                                                                 (White Trash, Sumo)

Así como sabemos que en este sistema para que existan pocos ricos deben necesariamente existir muchos pobres, también sabemos que para que exista tanto consumo y despilfarro debe existir una gran cantidad de basura detrás. Porque, por mas y mas que creamos que el agujero del inodoro es mágico (o simplemente hacemos la vista gorda), ese por donde tiramos las porquerías humanas y las cosas que queremos que desaparezcan; por mas que ese camión que pasa todos los días menos los sábados se lleve otras cantidades de nuestras miserias y se las lleve de nuestras ciudades, o no; mas allá que creamos eso y evitemos hablar del tema, la basura esa existe y sigue haciendo crecer la verdadera colina de la vida que es el CEAMSE de J.L León Suarez o todas la pilas de basura que se esconden detrás de prolijas y “pujantes” ciudades. Y allí, y no por casualidad, conviven justamente la gran cantidad de pobres y la gran cantidad de basura.

Pero es mentira que de esa basura se ocupan solo los pobres. Porque así como el capitalismo replica su modelo de desigualdades a nivel de países, ciudades y pequeños barrios, replica su modelo miserable de competitividad, extracción y crecimiento interminable tanto en el consumo visible de productos que tenemos a la mano a diario, como en el negocio del reciclado y reutilizado de la basura. De la miseria y de la mierda, crecen también los monopolios; ¿Qué creían? ¿que de todo el reciclado del cartón se ocupan los cartoneros? ¿y del reciclado de la chatarra, los chatarreros?, solo se ocupan de la recolección, y en donde esta el mayor valor agregado aparecen las empresas.

Y no se ocupan del reciclado como quisiéramos. Además del hecho que una empresa capitalista solo recicla aquello que económicamente le es conveniente, no reciclan de la manera que uno esperaría. Por ejemplo, en el rubro del aceite vegetal usado existen empresas que lo recolectan (que actualmente declaran que se dedican a hacer biodiesel) desde hace mas de 80 años, cuando el descubrimiento del primer proceso industrial de obtención de biodiesel data de hace poco mas de 40 años. ¿y que creen que hacían?, ¿cosméticos?, ¿sebo de animales?, cuando existen procesos de bajo costo para que superficialmente el aceite usado parezca aceite nuevo. La pregunta más inquietante es: ¿Qué hacen hoy en día?

Es realmente miserable.

El estado en sus expresiones municipales, provinciales y nacional no esta ajeno, ya que estas empresas no son ilegales, están habilitadas. Como una maquinaria con asientos lujosos y palancas brillantes aceitadas con marketing, pero con engranajes sucios y ocultos, estas empresas poseen oficinas con representación en el microcentro y trabajos cuestionables en los lugares más recónditos del país.

Rodeado de eso se encuentran emprendimientos cooperativos como el nuestro, rodeados de la basura oculta del sistema, de la basura blanca. Que nos condiciona al mismo tiempo que nos moviliza. Porque en el reino de la basura se imponen las mismas reglas de mercado que en la sociedad capitalista. Y es que acaso estemos descubriendo que son sinónimos.